Lo que debes saber sobre la parosmia

Todo lo que Necesitas Saber sobre la Parosmia

La parosmia es un trastorno que afecta la percepción del sentido del olfato, provocando una distorsión de los olores. Si padeces parosmia, podrías notar que otros aromas pierden intensidad, lo que dificulta identificar una amplia gama de olores en tu entorno.

Este trastorno puede hacer que olores cotidianos, que normalmente serían agradables, se perciban como penetrantes o desagradables. Es importante aclarar que la parosmia no debe confundirse con la fantosmia, donde se experimentan olores que no están presentes, mientras que en la parosmia, se huelen olores reales, pero de una manera inusual. Por ejemplo, el aroma del pan recién horneado podría transformarse en un olor a putrefacción en lugar de algo dulce y tentador.

Las personas pueden experimentar la parosmia de diferentes formas, y en casos severos, los olores desagradables pueden inducir malestar físico.

Síntomas de la Parosmia

Generalmente, la parosmia se presenta después de recuperarse de una infección, pero la severidad de los síntomas puede variar considerablemente. Los síntomas más comunes incluyen:

  • Percepción constante de olores desagradables, especialmente en presencia de alimentos.
  • Dificultad para reconocer aromas conocidos, resultado del daño en las neuronas olfativas.
  • Transformación de olores previamente agradables en experiencias abrumadoras.

Las personas con parosmia pueden sentir náuseas al intentar consumir alimentos que les resultan ofensivos.

Causas de la Parosmia

La parosmia a menudo se desarrolla tras la lesión de las neuronas olfativas, que son responsables de la detección de olores. Este daño puede ser causado por:

Traumatismo Craneal

Las lesiones cerebrales traumáticas (TBI) pueden afectar el sentido del olfato. La duración y gravedad de la parosmia dependen del tipo de daño sufrido.

Infecciones Respiratorias

Las infecciones virales o bacterianas, como el resfriado, a menudo están relacionadas con daño olfativo. Un estudio demostró que más del 40% de los casos de parosmia surgieron tras infecciones respiratorias.

Exposición a Químicos y Tabaquismo

El consumo de tabaco y la exposición a contaminantes ambientales pueden dañar el sistema olfativo, contribuyendo así a la parosmia.

Tratamientos Oncológicos

La radiación y la quimioterapia pueden provocar modificaciones en el sentido del olfato, lo que podría resultar en parosmia.

Afecciones Neurológicas

Enfermedades como el Alzheimer y Parkinson, así como demencias o trastornos como la enfermedad de Huntington, pueden impactar la percepción olfativa.

COVID-19

La infección por COVID-19 ha mostrado estar asociada no solo con la pérdida del olfato, sino también con la parosmia, donde los pacientes reportan olores inusuales durante la recuperación.

Diagnóstico de la Parosmia

Un otorrinolaringólogo (médico de oído, nariz y garganta) puede ayudar en el diagnóstico de la parosmia. Este profesional te expondrá a diferentes olores y te pedirá que evalúes su intensidad y calidad. Las evaluaciones pueden incluir preguntas sobre:

  • Antecedentes familiares de enfermedades olfativas o neurológicas.
  • Infecciones recientes.
  • Factores de estilo de vida, como el tabaquismo.
  • Medicamentos actuales.

Si se sospecha una causa neurológica o oncológica, el médico podría recomendar pruebas adicionales como tomografías o resonancias magnéticas.

Tratamiento de la Parosmia

El tratamiento de la parosmia depende de su causa. En muchos casos, la mejora ocurre una vez que se identifican y resuelven los desencadenantes. Las opciones de tratamiento pueden incluir:

  • Suplementos de zinc y vitamina A.
  • Antibióticos si es necesario.
  • Entrenamiento olfativo, que involucra la exposición repetida a varios olores.

Es esencial consultar a un médico para determinar la opción de tratamiento más adecuada.

Perspectivas y Recuperación de la Parosmia

La parosmia no suele ser permanente, y muchas veces, las neuronas dañadas pueden recuperar su función con el tiempo. En casos provocados por infecciones, hasta un 60% de las personas pueden experimentar una mejora a los años siguientes. La duración del proceso de recuperación varía según la causa y el tratamiento.

Conclusión

La parosmia frecuentemente se asocia a infecciones o lesiones, y es posible que se resuelva al abordar los factores desencadenantes. En situaciones menos comunes, puede ser indicativa de pólipos, tumores o enfermedades neurológicas incipientes. Si observas cualquier cambio en tu percepción olfativa, es recomendable que consultes a un especialista.

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